Caso de éxito: Claudia Molina, el reflejo de una pedagogía dinámica

La motivación, organización y creatividad de Claudia, son algunos de los elementos que le permiten ser hoy un referente de innovación en el proceso de enseñanza.

Claudia Molina Gómez, docente del programa de Administración de Empresas.


En este tiempo de crisis, uno de los grandes retos de los docentes es dinamizar el proceso de enseñanza para captar y mantener la atención de los estudiantes y, a su vez, transmitir el conocimiento de manera efectiva durante las clases de forma remota. Lo anterior no es nada fácil. Sin embargo, Claudia Marcela Molina Gómez, profesora del programa de Administración de Empresas, lo ha logrado gracias a la planeación, el trabajo en equipo y la confianza que le transmite a sus estudiantes.

Claudia, comunicadora social-periodista y magister en relaciones internacionales, siempre ha tenido claro que no quiere para sus clases el modelo pedagógico tradicional, por eso, siempre está en búsqueda de alternativas que le permitan hacer de sus clases un espacio ameno para sus estudiantes.

Un factor importante para la docente es lograr la participación. En la asignatura Comportamiento Organizacional, lo hace a través de foros, discusiones, actividades de autoaprendizaje y conversaciones de situaciones actuales que tienen que ver con la temática a trabajar, de esta forma se busca generar interacción entre los estudiantes. “Todas las actividades que se han ido realizando buscan incentivar al estudiante a la participación, porque cuando no tenemos activadas las cámaras es muy difícil verificar si el estudiante está o no está. Entonces para mí, algo fundamental ha sido la verificación, así es cómo hago para que el estudiante esté activo”, expresa.


“Yo siempre les digo, miren chicos, hay gente en este mundo que es buena y otra que es excelente, ¿De cuáles quieren ser? Para ustedes es un privilegio poder estar aquí sentados, porque hay muchos que quisieran estarlo y no pueden; esta reflexión la hago tanto en la parte remota como en la parte presencial. Es sensibilizar al estudiante sobre la importancia de aprovechar el espacio que ellos tienen”.

Claudia Molina Gómez, docente UNAB.

Para el curso Sello de la UNAB “Creatividad Aplicada”, una asignatura transversal ofrecida por UNAB Creative, el éxito es producto del trabajo en equipo. Son cinco los profesores que dictan esta cátedra, los cuales se reúnen semanalmente y mediante lluvias de ideas organizan las actividades que efectuarán

Uno de los desafíos más grandes para el desarrollo de esta clase, ha sido llevar a la parte remota las acciones que se hacían en la presencialidad, pero siendo recursivos han logrado darles cumplimiento. “Yo me siento muy satisfecha porque hemos podido aterrizar todas las actividades que hacemos de forma presencial a la parte remota sin ni siquiera tener los materiales disponibles a la mano, porque en esta clase se usan las gafas 3D, los Legos, entre otros, pero entonces hemos recurrido a las cosas tradicionales de casa, como comida, cubiertos, libros, juguetes u otros objetos para poder hacer las mismas actividades”, explica Claudia Molina.

La realimentación es otro componente que tanto Claudia como sus compañeros docentes realizan con el fin de mejorar. Un punto a favor que tienen en la asignatura de Sello de Creatividad Aplicada es que, al ser varios, siempre hay uno que va adelante, lo que permite que, tras su experiencia, se vayan modificando las falencias y así han generado el mínimo margen de error. Con sus estudiantes también aplica esto, pues para ella es fundamental lo que ellos piensan. “Siempre trato de hacer una autoevaluación y preguntarles: ¿les gustó?, ¿qué le mejorarían?, ¿cómo se sintieron?, porque eso me permite a mí también mejorar”.

La Magister lleva nueve años perteneciendo a la comunidad UNAB y, desde hace cuatro, se dedica a la docencia, rol en el que se ha desempeñado de manera satisfactoria, marcando la diferencia gracias a sus iniciativas creativas y a la entrega con que transmite su conocimiento.